Olimerca.- La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, junto con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) y la Universidad de Córdoba, ha firmado un convenio con el Consejo Oleícola Internacional (COI) para colaborar en la conservación de los recursos genéticos del olivo.

Al respecto, la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, ha subrayado que el “objetivo no es sólo preservar esta diversidad, sino también conocerla mejor y utilizarla para obtener nuevas variedades”. Por ello, “con este convenio facilitaremos el acceso a nuestro material vegetal al resto de colecciones de la Red de Bancos del COI y contribuiremos a fomentar la colaboración para conocer mejor los recursos genéticos y su aplicación”, ha concretado.

El Banco de Germoplasma Mundial del Olivo se creó hace 30 años en Córdoba con el apoyo del COI, investigadores de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del instituto predecesor del actual Ifapa. Actualmente cuenta con unas 500 variedades de este cultivo procedentes de diferentes países, que forman el mayor patrimonio genético del olivo que existe en el mundo.

Estas variedades se conservan en las provincias de Córdoba y Jaén, en varias instalaciones de las tres instituciones que participan en este proyecto, la Universidad de Córdoba, el Ifapa y la Consejería.

Con la firma de este convenio, el Banco de Germoplasma Mundial del Olivo se integrará e la Colección Internacional de la Red de Bancos del COI y podrá recibir nuevas variedades de otros países, ha apuntado Elena Víboras.

En líneas generales, este acuerdo supone “una mayor garantía para la conservación de los recursos genéticos, que ahora estarán repartidos en otras colecciones de diferentes países, aunando esfuerzos en investigación y transferencia de resultados”, ha aseverado. Además, “supone un reconocimiento al Banco de Germoplasma Mundial del Olivo, que pasa a formar parte de la Red de Bancos del COI y alcanzará mayor notoriedad y acceso a otras variedades que todavía no posee”, ha añadido.

La titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha incidido en la “importancia de contar con una gran diversidad genética, porque supone una garantía de futuro”. En este sentido, ha recordado que en España hay unas 275 variedades de olivo, de las cuáles 120 se pueden considerar variedades andaluzas. Sin embargo, las variedades que se cultivan con fines comerciales son muchas menos, ha asegurado.

Así, un cultivo que tenga pocas variedades (poca diversidad genética) es más vulnerable a enfermedades o cambios porque tiene menos recursos para adaptarse y, además, el daño se propaga más rápido, ha reiterado.

Por ello, Elena Víboras ha insistido en que “es importante conservar un reservorio genético a partir del cual desarrollar nuevas variedades que sean, por ejemplo, resistentes a enfermedades, que se adapten mejor a la falta de agua, que sean más aptas para su recolección mecanizada o, simplemente, que tengan un sabor más suave”.

Banco de Germoplasma mundial del olivo
El Banco de Germoplasma Mundial del Olivo es una colección de plantas de olivo que recoge el mayor patrimonio genético de variedades de olivo que existe en el mundo. Su objetivo fundamental es salvaguardar el patrimonio genético olivarero obtenido durante siglos de cultivo y expansión por el mundo que, en muchos casos, tiene tendencia a desaparecer debido a la sustitución de las variedades tradicionales por otras producidas mediante selección y mejora genética.

Su sede está en Córdoba, donde cuenta con un terreno de unas 12 hectáreas en el centro Ifapa de Alameda del Obispo, aunque también tiene plantaciones y laboratorios en el centro Ifapa de Venta del Llano en Jaén y en el Campus Universitario de Rabanales, en Córdoba. En total, el Banco mantiene unas 500 variedades de olivo procedentes de 24 países.