Olimerca.- Ante la importante caída de precios que está experimentando el aceite de oliva en origen, que ya se sitúa en el 30% en los tres últimos meses, Ana María Romero, presidente de la Asociación Española de Municipios del Olivo ha pedido  calma al sector productor dado que con los datos actuales de producción y de salidas de aceite no hay razones objetivas para que continúe este brusco descenso del precio del aceite de oliva en origen. A día de hoy el precio medio ponderado según el índice Poolred es de 2.9 €/kg, cuando a principio de campaña, hace apenas un mes, marcaban 3.8 €/kg.

La campaña oficial en España comenzaba el 1 de octubre de 2015 con unas existencias totales de 180.000 T, un mínimo técnico, lo justo para abastecer el mercado apenas dos meses, y con una previsión de cosecha para 2015-2016 que ronda 1.300.000 T, nos encontramos ante una campaña ajustada para abastecer lo que España ha vendido en el último año, que son 1.350.000 T entre mercado exterior y mercado interior.

Es decir, si se cumplen las previsiones, tendremos el aceite justo para abastecer nuestros mercados y enlazar la próxima campaña con unas existencias también mínimas.

Con estos datos, Ana Mª Romero afirma que no se explica un derrumbe acelerado de los precios del aceite de oliva en las puertas de las almazaras españolas, puesto que las previsiones mundiales de producción, según el Consejo Oleícola Internacional (COI) son de 2.600.000 T frente a un consumo que ha llegado a 3.000.000 T.

En opinión de AEMO estás caídas se han producido por diversas causas más psicológicas, a saber, por un lado los primeros olivareros en cosechar han querido asegurarse operaciones a precios interesantes por lo que ofertaban sus aceites cuando aún la aceituna esperaba a ser molida, por otro lado existe poca liquidez en el campo dada la corta cosecha del año anterior, lo que limitó la facturación en las fincas. Pero ante todo ha cundido la incertidumbre, y eso siempre es negativo.

Por otra parte,  los envasadores, que compran al menor precio posible, han frenado la demanda lo que ha acrecentado el descenso continuado y acelerado de precios.

Ante este planteamiento la Presidenta de AEMO considera que “ante todo debe mantenerse la calma en la oferta y hacer una valoración objetiva de la situación, sin precipitarse en la venta y buscando un equilibrio de precios que remunere al agricultor y permita seguir avanzando en la comercialización”, según Ana María Romero “los extremos no son buenos, ni lo son los precios excesivos que pueden hacer perder mercado en el lineal, ni lo son los precios bajos que provocan pérdidas en las cuentas de explotación de los olivicultores, como ha venido ocurriendo en los últimos años”.

Según distintos estudios de AEMO, los costes de producción de un kilogramo de aceite de oliva en España se podría situar en una media ponderada entre sistemas entre los 2.6 €/kg, por tanto para que nuestros olivares sean rentables el precio del aceite en origen no debe descender de 3 €/kg.

Por otro lado sabemos, por encuestas y estudios de consumo que hemos realizado en los últimos años, que las ventas en el mercado nacional y exterior se mantienen prácticamente estables cuando estos precios se traducen en el lineal a valores de 4.0 €/litro, promediando las diferentes categorías comerciales.

Por tanto si el consumidor valora el aceite de oliva virgen como la grasa más sana de todas las conocidas y está dispuesto a pagar un precio digno por ella. ¿Qué necesidad tenemos de venderlo como producto gancho?, ¿Por qué razón tenemos que ofertar una garrafa de 5 litros a 15 euros cuando sus costes son mayores?, ¿Qué razones hay para que productores, envasadores y distribuidores pugnen cada campaña para marcar máximos y mínimos tan distantes que perturban el mercado?.

Ante esta situación la Presidenta de AEMO pide calma a los protagonistas de los municipios del olivo, los olivicultores, y hace un llamamiento para que valoren su producto y se mantenga el precio del aceite en unos niveles razonables, máxime en una campaña en la que no hay ninguna razón para su hundimiento.