Olimerca.- Recuerdo, cómo ya hace años, un responsable de la entonces llamada DO "Borges Blancas", afirmaba que en su DO, tanto en la producción como en el envasado, se fijaba un precio estable para cuatro años; con lo duro que es cuando sube el precio en origen. Pero ellos los mantenían, y así para su envasado les faltaba aceite.

Esta política de estabilidad sería la ideal. Pero qué lejos estamos de ella. No obstante, si tuviéramos una Cadena de Valor bien estructurada y con capacidad de GESTIÓN y DIÁLOGO, seguro que podría ser así.

Curiosamente, tanto productores como envasadores, coincidimos en señalar que con la situación actual de INESTABILIDAD no hay quien pueda trabajar, si a trabajar le llamamos esforzarnos por tener unos beneficios razonables.

Desde el lado de la producción hay un sentimiento, que se va generalizando, respecto a la necesidad de contar con una estructura y una dimensión adecuada que pueda proponer pautas de conducta, mediante su capacidad de gestión  y de diálogo con el resto de la Cadena de Valor.

Para qué sirve la concentración del sector
Hay ya un camino abierto para aquellas almazaras que creen en la "concentración de la oferta", y que ya están "concentradas", pero está claro que esta idea de la concentración como forma de conseguir una posición de fuerza o dominante, no es compartida por todos, y argumentan que no está dando sus frutos, ya que ni consiguen estabilidad, ni mejor rentabilidad. Aunque eso sí, se tiene la duda respecto a que su dimensión es escasa, pero es lo que hay.

Y las que no creen en ese discurso de la concentración, ¿tienen alguna estructura que las guíe? Estructuras y organizaciones sí las hay, que pero que las "guíe", me parece que no, y eso a pesar del enorme sentimiento que en todos los responsables de nuestras almazaras existe respecto a esa necesidad.

Recuerdo mi experiencia en la puesta en marcha de lo que se llamó Alianza Aceite de Jaén,, que en sus primeras reuniones ya aglutinaba casi a 200.000 tm. de aceite !!!, con un único objetivo, ser una plataforma en la que se discutieran problemas que afectaban particularmente a Jaén, sin colores, sin personalismos, sin grandes costes, pero tampoco sin renunciar a nada. Al final, creo que fue víctima de todo lo que quería evitar. ¿Cuáles fueron las causas?: las de siempre.

El nexo de unión entre todos los que en su día se acercaron al Proyecto era estar en un grupo que no implicara, de entrada,  renunciar a sus singularidades, ni a lo que sus gestores pudieran considerar sus funciones vitales; pero sí deseosos de poder discutir, proponer e intentar extender políticas de gestión y diálogo que fundamentalmente beneficiaran a la mayor mayoría posible.

La mayoría hoy quisiera estar, pertenecer o conocer algo así. Ya son muy antiguos los acontecimientos en los que se contaba que cuando se intentaban poner en práctica, alguna disciplina de precios, siempre había alguno que la rompía (es algo inevitable), eran siempre los mismos, y hoy en día, estoy seguro que sus mismos socios los obligarían a respetar pautas que procuren el bien común. 

Tampoco está claro que un colectivo que luche contra prácticas abusivas que lo arruinan, o que pretenda establecer una política de precios que al menos los retribuya mínimamente por encima de sus costes productivos, lleve a nadie a la cárcel.  Y esta política "del miedo" se sigue dando, a pesar de existir sentencias tan clarificadoras como la de Cecasa.

Personalmente, estoy convencido que no vamos a conseguir avanzar en ninguno de estos objetivos sin hacer del DIÁLOGO entre todos la principal herramienta de trabajo, y sin lugar a dudas que ello nos conducirá a que seamos capaces de establecer una adecuada GESTIÓN de nuestros aceites de oliva. En el fondo es lo que todos deseamos, y ¿por qué no andamos en este sentido? Quizás analizar las dificultades que nos traban, y solucionarlas, sea un buen primer paso.