Olimerca.- ¿Qué balance nos haría de la realidad del sector y las nuevas normativas y leyes?

Carlos Cabanas.- El sector del aceite de oliva viene registrando cotas de comercialización inimaginables tan solo hace unos años. Precisamente, acabamos de cerrar una campaña con records de producción y de comercialización, en el que el comportamiento del canal exportador ha sido sobresaliente. Con una producción de 1.780.200 t, hemos rebasado en casi 175.000 t el nivel de la campaña 2011/12, que ya fue récord; y nos hemos situado en medio millón de toneladas por encima de la media de producción. En cuanto a la comercialización, los operadores han puesto en los mercados internacionales 1.110.800 t de aceite de oliva, más de la tercera parte del consumo mundial y 235.000 t por encima del record anterior.
Además, en la campaña que acabamos de finalizar, y especialmente en la anterior, los precios alcanzados se han situado en niveles más remuneradores para los productores. En cualquier caso, una de las preocupaciones de este Ministerio es conseguir la estabilidad de los precios como base para ganar mercados.
Desde el punto de vista de regulación del mercado, la normativa comunitaria nos ofrece mecanismos tradicionales como el almacenamiento, y otras nuevas que nos hace estar esperanzados, como la posibilidad de implantar las negociaciones contractuales, algo muy positivo de cara a una autorregulación del sector.
En el ámbito nacional, hemos elaborado la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, para aumentar la eficacia y competitividad del sector agroalimentario español, y reducir los desequilibrios en las relaciones comerciales entre los diferentes eslabones de la cadena de valor, en el marco de una competencia justa que redunde en beneficio del sector y de los consumidores. La creación de esta regulación específica no tiene precedentes en España y constituye “un antes y un después”, ya que introduce una serie de obligaciones para todos los operadores de la cadena, desde la producción a la distribución. Todos estos cambios repercutirán en beneficio del sector agroalimentario, incluido el aceite de oliva y la aceituna de mesa.

Para que todas estas medidas se desarrollen, se ha creado la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), con la misión de controlar su aplicación. En estos momentos, AICA se encuentra plenamente operativa. De hecho, ya ha aprobado el Plan de Control del 2º semestre 2014, con un Programa específico para el aceite de oliva envasado, en caso de existir precios anómalamente bajos.

Olimerca.-  La ley 13/2013 sobre el fomento de la integración cooperativa ¿puede ser la solución a los problemas de comercialización y bajos precios que sufre tanto el sector del aceite como de la aceituna?

Carlos Cabanas.- Precisamente, una de las principales características del sector cooperativo español es la atomización. En el caso concreto del sector del aceite de oliva, y según los datos del Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español 2013 existen unas 828 cooperativas, que aglutinan cerca del 65% de la producción nacional de aceite de oliva. Estos datos muestran cómo el sector cooperativo del aceite de oliva es uno de los que mayor grado de atomización presenta.

Esta atomización propicia un escaso poder de negociación frente a otros eslabones de la cadena agroalimentaria, con claros desequilibrios entre los diferentes agentes, lo que derivan en una falta de transparencia en la formación de precios y en prácticas comerciales potencialmente desleales.

Por ello, se han puesto a disposición del sector agroalimentario diferentes herramientas que contribuyan a mejorar su competitividad, como la ley de fomento de la integración cooperativa, cuyo objetivo es el redimensionamiento, modernización, competitividad e internacionalización de las entidades asociativas, a través principalmente de dos instrumentos: el Plan Estatal de Integración Asociativa y el reconocimiento de las Entidades Asociativas Prioritarias.

Desde el Ministerio estamos convencidos de que una entidad asociativa mejor dimensionada va a estar mejor posicionada en el mercado y va a tener una mayor participación en el proceso de valorización y comercialización de sus productos. Y, en última instancia, contribuirá a mejorar la renta de los productores agrarios integrados en estas Entidades Asociativas.

Olimerca.-  No le parece muy exigentes las condiciones que marca la ley para poder poner en marcha una entidad asociativa prioritaria en el sector del aceite de oliva?

Carlos Cabanas.- Los volúmenes mínimos de facturación requeridos para el reconocimiento de una Entidad Asociativa Prioritaria se perciben como ambiciosos desde la perspectiva actual de elevada atomización del sector. Sin embargo, estos datos se basan en el porcentaje de producción cooperativizada dentro de cada sector productivo. Por lo tanto, son volúmenes que requerirán de un gran esfuerzo integrador y trabajo en común para poder ser alcanzados.

Asimismo, aunque España es líder mundial en aceite de oliva, necesita complementar los esfuerzos en producción con un mayor enfoque hacia el exterior, mayor presencia de grandes empresas exportadoras, políticas de marcas y promoción, y visión a largo plazo de los flujos del mercado internacional. En este contexto, la falta de concentración en la oferta en los primeros eslabones dificulta realizar una planificación que permita la rentabilidad en toda la cadena de valor.

Y es aquí donde la Entidad Asociativa Prioritaria juega un papel fundamental, promoviendo la fusión de entidades asociativas, agrupando los primeros eslabones que conforman la cadena alimentaria para mejorar su posición en el mercado y su participación en el proceso de valorización y comercialización de sus productos. Es necesaria una dimensión mínima para constituirse en un eslabón con peso en la cadena alimentaria.

Olimerca.-  ¿Está el sector del aceite de oliva preparado para ser más competitivo?
Carlos Cabanas.- El sector del aceite de oliva ha evolucionado muy positivamente en los últimos años. Ha sabido modernizarse en todos los ámbitos, en el campo y en la almazara, así como proyectarse al exterior. Y eso, en las circunstancias de crisis económica de los últimos años, tiene mucho mérito. Con un espíritu dinámico y emprendedor, y con las innegables ayudas de la Unión Europea, se ha conseguido disponer de un sector oleícola puntero en el mundo.

Pero el trabajo bien hecho no debe hacernos caer en la autocomplacencia, pues todavía hay mucho que recorrer. Somos muy competitivos, pero tenemos un olivar muy heterogéneo con tipologías ciertamente complicadas ante las leyes del mercado. La especialización de estas producciones y su valoración por una sociedad cada vez más exigente y con un grado de concienciación medioambiental mayor, sin lugar a dudas serán una excelente alternativa para estas producciones.

La investigación y la innovación deben constituir un elemento clave como garantía del futuro. De un lado, deberá dotarnos de argumentos científicos y contrastados acerca de la indudable bondad del aceite de oliva. Y, de otro, acercar el producto al consumidor. En este ámbito, el Ministerio está trabajando en un Programa de Innovación e Investigación Agroalimentaria, Forestal y Rural, pieza que consideramos fundamental para la mejora de la competitividad
Además, ante producciones crecientes y un mercado interno consolidado, el canal exportador debe ser la vía para dar salida a nuestras producciones.

El sector ha sabido entenderlo perfectamente y al esfuerzo individual de las empresas exportadoras se han unido acciones que van en esa dirección. La Interprofesional del Aceite de Oliva, a la cual aprovecho para felicitar públicamente por el excelente trabajo que está realizando, así como el plan de internalización puesto en marcha desde este Departamento y otras acciones llevadas a cabo por las Administraciones Públicas, son los mejores instrumentos para lograrlo.

Olimerca.-  Cree que el récord de exportaciones de aceite de oliva esta campaña es un síntoma de que el sector va en la línea correcta de Internacionalización?

Carlos Cabanas.- Sin lugar a dudas, la exportación debe ser una posibilidad y una necesidad. Es cierto que una importante cantidad de nuestros aceites de oliva todavía se exportan a granel, pero también es cierto que se ha producido un incremento en los volúmenes envasados, aunque  todavía habrá que destinar muchos esfuerzos a este asunto. Por todo ello, desde el principio de esta Legislatura la internacionalización del sector agroalimentario ha sido una prioridad para este Gobierno.

 través de los grupos de trabajo interministeriales e intersectoriales, con un grupo específico para aceites y aceitunas, estamos facilitando las exportaciones y eliminando barreras sanitarias o comerciales que limitan nuestra expansión.

En cualquier caso, debemos felicitarnos por los datos de exportación, pues los precios son más altos que los del mercado nacional, que producen el doble efecto de incrementar el valor añadido del producto y de sostenimiento del mercado. Por último, destacar que nos posicionamos satisfactoriamente en los nuevos países consumidores y ganamos cuota de mercado en los tradicionales. Eso sin lugar a dudas es síntoma de que las cosas se están haciendo bien.

Olimerca.- El Ministerio está apoyando junto a la Interprofesional la búsqueda de un método alternativo al Panel Test. ¿Cómo va este tema?

Carlos Cabanas.- El Ministerio, la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y la Interprofesional firmaron un Convenio con objeto de explorar vías que puedan complementar al panel test en aquellas muestras que, por su naturaleza, son difíciles de clasificar. Si se encontrara una vía alternativa consistente podría, incluso, sustituirlo si hay consenso suficiente.

En cuanto al Convenio, se ha terminado la primera fase, en la que han participado 8 grupos de investigación diferentes. Se han analizado por diferentes técnicas unas 560 muestras, de las cuales un 20 % eran ciegas, se han analizado los resultados obtenidos y, de acuerdo a ellos, se ha visto su capacidad de predicción. Con algunas técnicas, se ha llegado casi al 80% de aciertos aunque, probablemente, su capacidad real de predicción sea mayor.

De acuerdo a estos resultados, se han eliminado las 4 técnicas de análisis que ofrecían peores resultados. Ahora se va a comenzar la segunda fase, con el objetivo de mejorar los métodos de análisis y el propio tratamiento matemático de los datos.

Olimerca.-  ¿Cree que la eliminación del panel test ayudará a mejorar la imagen de calidad del aceite de oliva?

Carlos Cabanas.- Este asunto sólo se podría tomar en consideración si se encuentra una alternativa instrumental válida, consistente y que asegure la calidad de los aceites vírgenes de forma inequívoca. El panel test ha tenido un papel muy destacado en el cambio estructural que se ha producido en España en los últimos 20 años como incentivador de la calidad.

Somos plenamente conscientes de la importancia que tienen los atributos sensoriales del aceite virgen, pues son un elemento clasificador legal recogido en la legislación comunitaria que no puede soslayarse y, además, son su auténtica seña de identidad y aquello que lo diferencia del resto de los aceites, por lo que es necesario que se incentive su conocimiento por parte del consumidor, como ya se está haciendo.

Por eso debemos ser cautos y dar pasos seguros. Hay que meditar las decisiones para mantener la imagen y calidad de los aceites de oliva virgen y virgen extra.

Este texto es un extracto de la entrevista completa que saldrá en el próximo número en papel de la revista Olimerca.