Olimerca.- La clasificación del aceite de oliva virgen extra y el método Panel Test es uno de los problemas que más preocupa a algunos operadores del sector, y por ello desde el Consejo Oleícola Internacional, consciente de la relevancia que tiene en muchos países,  no dudan en afirmar que es responsabilidad de todos.

Para profundizar en este asunto hemos hablado con Jaime Lillo, Director Adjunto del COI.


Olimerca.- ¿Cómo ven desde el COI el Panel Test en la clasificación de los AOVE?
Jaime Lillo.- En primer lugar es obligado acotar el problema del Panel Test. Considero que los problemas que genera el Panel Test están en aquellos aceites de oliva virgen extra que están en los límites organolépticos, mientras que por otra parte es obligado mencionar el sensacionalismo de algunos medios de comunicación en determinados países que hablan en demasiadas ocasiones de fraude.
Bajo mi punto de vista, no es un problema de todo el mundo ni de todos los aceites, y de hecho hay muchos AOVE que se comercializan sin ningún problema con el panel test, pero somos conscientes de que es un problema del que tenemos que ocuparnos.


Olimerca.- ¿Y donde reside el problema?
Jaime Lillo.- Partiendo de que la calidad del producto va a asociada a la calidad del fruto, es lógico que trabajemos para evitar que se comercialicen aceites con defectos que proceden porque la aceituna no se ha cuidado convenientemente. Tenemos que evitar que el consumidor abra una botella y huela a rancio, y da igual el mercado donde se comercialice.
Tenemos que cuidar nuestros aceites, y sobre todo si pensamos en los nuevos mercados donde estamos cada día ganando adeptos. Es responsabilidad de todos que esos aceites huelan a fruta  y no a rancio.
Existe una tendencia en poner el foco de atención en el aspecto regulatorio, pero todos tienen que asumir la responsabilidad de lo que envasamos y comercializamos.


Olimerca.-  ¿Se puede modificar o mejorar el panel test?
Jaiem Lillo.-  Sin lugar a dudas que tenemos que hacer algo con el panel test.  Tenemos un  método que tiene una gran importancia, pero que necesita una serie de ajustes para que se adapte de nuevo a la realidad del sector que si que ha evolucionado a gran velocidad.
De hecho, en los últimos 20 años la producción se ha incrementado en un 80% mientras que el comercio lo ha hecho en un 400%. Hablamos de una auténtica globalización del producto. Y en este contexto, es necesario tener paneles formados en todo el mundo que  ofrezcan resultados homogéneos, digamos que se necesita una reflexión, porque el sector nos demanda una seguridad jurídica. Por eso hemos escuchado a los distintos operadores y estamos buscando soluciones.
Yo confió en que vamos a encontrar soluciones. Hay un compromiso  de mantener un diálogo permanente con el sector a través del comité consultivo y estamos abiertos a escuchar sus propuestas. En este sentido, queremos organizar un seminario este año con expertos para ver cómo se puede avanzar, contando con los miembros del comité consultivo y con los expertos de otros países consumidores.
El Panel Test es incuestionable si queremos etiquetar un producto conforme a su calidad y sobre todo para dar confianza al consumidor. En mi opinión, de momento es insustituible, aunque si podemos trabajar en mejorarlo o armonizarlo.


Olimerca.- ¿No podría ser suficiente una mayor exigencia en los parámetros físico-químicos?
Jaime Lillo.- En la actualidad, los parámetros físico químicos no son suficientes, por lo que no nos podemos permitir eliminar el análisis sensorial. Sabemos que desde que sale el aceite de la planta de envasado hasta que lo adquiere el consumidor se desconoce cómo se ha almacenado y como se ha protegido. Pero los productores que quieren salvaguardar su producto tienen medios para garantizar su marca y su nombre, como puede ser el poner condiciones a sus distribuidores para preservar la calidad, o indicar la fecha de consumo preferente.
Eliminar la prueba organoléptica en origen no creo que permita conciliar los derechos de los consumidores, con la seguridad jurídica de los operadores.


Olimerca.- ¿Y qué se puede hacer cuando surge una discrepancia?
Jaime Lillo.- Cuando surge una discrepancia entre distintos panel test surge un importante problema por las repercusiones económica que puede tener en las empresas. Es un asunto del que nos estamos ocupando trabajando por la armonización de los resultados de los paneles test, que estamos observando se limitan a casos muy concretos de aceites al límite.  No podemos olvidar que todos los métodos tienen una cierta variabilidad.
Por ello vamos a poner en marcha un nuevo sistema de arbitraje para dar soluciones a problemas concretos. Es uno de los compromisos del director ejecutivo  de dar respuesta a aquellos operadores que tenga un problema concreto.
El primer paso es discutirlo con el grupo de expertos, porque existen distintas fórmulas de dar una respuesta a las distintas circunstancias.
Y en segundo lugar vamos a trabajar en la armonización de los paneles test, dado que tenemos un producto que presenta una gran diversidad de frutos, de orígenes, variedades, características organolépticas, etc;  por lo que es necesario un intercambio de muestras y de entrenamiento para avanzar en los resultados
De momento es una idea, pero creo que podríamos tener una propuesta este año. Este asunto tiene que pasar por las discusiones de los expertos de los estados miembros.