Olimerca.- Una vez más, y ya van por seis veces, el Panel de Cumplimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC) volvió a rechazar el pasado 2 de diciembre los últimos argumentos de la Unión Europea (UE) de que cumplía con las normas de la OMC al realizar cambios menores en sus subsidios masivos de ayuda al lanzamiento de Airbus.

Los hallazgos recientes reafirman que los subsidios continúan causando efectos adversos a las compañías aeroespaciales americanas, y han puesto sobre la mesa que los gobiernos europeos han extendido aún más las ayudas al renegociar el lanzamiento con Airbus.

Como resultado de la falta de la Unión Europea de abordar estas subvenciones, el 18 de octubre, los Estados Unidos impusieron selectivamente aranceles del 25 por ciento a algunos productos agrícolas y de otro tipo, procedentes de Francia, Alemania, España y el Reino Unido.

Ante la falta de progreso en los esfuerzos por parte de la Unión Europea para resolver esta disputa, Estados Unidos ha vuelto a plantearse un nuevo proceso para evaluar el aumento de las tasas arancelarias y/o someter a otros productos adicionales de la UE a los aranceles.

Es inadmisible que el gobierno de la Unión Europea esté permitiendo esta gravísima medida discriminatoria, sin buscar una solución previa al hecho

Con estos precedentes, me temo que estamos entrando en una espiral de guerra comercial en la que nuestro aceite de oliva y la aceituna de mesa serán los grandes damnificados.

Y mientras tanto, ¿qué están haciendo nuestras administraciones y el Gobierno de España para defender nuestros productos emblemáticos en exportación?

Según ha podido saber Olimerca, la administración española se estaría planteando como salidas a la crisis actual de los aranceles iniciativas como: planes de promoción de ambos productos por un importes del orden de 200 millones de euros, en colaboración con el ICEX, y que estaría enfocado en promocionar la marca España en Asia, China, Japón y Corea; favorecer el almacenamiento privado del aceite de oliva y sobre todo reforzar la posición negociadora de España con determinados lobbys en Estados Unidos.

La verdad es que no sabemos lo que pensarán los exportadores, pero lo que sin duda va a generar mucho asombro son estas propuestas, que lejos de minimizar el problema, lo puede agravar en el futuro, sobre todo si hablamos del almacenamiento privado. Por no hablar de los 200 millones, que no es nada nuevo, si tenemos en cuenta que desde la UE ya hay programas de promoción en esta línea. Y por último, poner toda la confianza en unos “lobbys” por muy efectivos que sean nunca obtendrán un resultado a corto plazo.

Es inadmisible que el gobierno de la Unión Europea esté permitiendo esta gravísima medida discriminatoria, sin buscar una solución previa al hecho, y nuestras Administraciones Españolas anden pensando en las mismas acciones de siempre, y que casi nunca pasan de ser planes parciales, y en este caso más aún, extremadamente tardíos, y que no compensarían de ninguna manera la pérdida de un mercado ganado con un gran esfuerzo año tras año.

En nuestra opinión aquí de lo que se trata es de que se aborde el problema de los aranceles de Presidente a Presidente. Ya no estamos para interlocutores que no tienen poder negociador en un contexto comunitario donde priman más el acero y los automóviles.